miércoles, 1 de junio de 2011

Demostrado, los pepinos españoles: inocentes


01-06-2011
El sector productor español ha defendido su labor desde el primer minuto pero hasta 6 días después la senadora alemana no ha retirado su acusación y justifica sus palabras por la envergadura de la crisis. La ministra Aguilar exigirá compensaciones.
Madrid - Rose Mary Acedo
El pasado jueves, la senadora alemana de Sanidad, Cornelia Prüfer-Storks, ponía en entredicho al sector productor español. Los pepinos originarios de nuestro país eran los que habían desatado una crisis alimentaria que ha dejado tres fallecidos (según la Comisión Europea, Alemania los eleva a 15) y centenares de enfermos.

La acusación, puso en alerta a varios países que decidieron cerrar las fronteras a nuestros productos. Las consecuencias económicas para los agricultores españoles, primeros en defender su labor y producto, incalculables. Ayer se cifraban en más de 550 empleos ya perdidos, poniendo en peligro otros 70.000, y más 200 millones de euros a la semana.

Una situación, sin precedentes, en la historia del sector hortofrutícola de España, ya que "nunca unas declaraciones institucionales han provocado unas pérdidas tan ingentes tanto de imagen como de mercado", según expuso ayer el director general de la FEPEX, José María Pozancos.

Seis días después, y dejando pasar un fin de semana clave, la misma senadora ha exonerado a los pepinos españoles, "los productos españoles no tienen la cepa qué provocó las muertes". Aún así, justifica su precipitada acusación porque "no hubiera sido responsable el no revelar sospechas razonables" ante "tal número de enfermos".

El daño irreparable tendrá que ser compensado, aunque sólo sea en parte. Por eso, la ministra de Medio Rural, Rosa Aguilar, exigirá indemnizaciones y analizará "todo tipo de acciones" para resarcir al sector. "No escatimará esfuerzos" para recuperar el mercado y restituir la fama de las hortalizas españolas.

De hecho, por petición de Aguilar, la Unión Europea ya tomó cartás ayer en el asunto y comenzó a analizar "posibles medidas" para responder a esta crisis. "En el seno de las organizaciones de productores hay instrumentos que se pueden movilizar y que permiten cierta flexibilidad en situaciones de crisis", afirmó el comisario de Agricultura europeo, Dacian Ciolos.

Entre las medidas puestas encima de la mesa: retirar del mercado una parte de la producción, cuyo coste se puede cubrir en parte por el presupuesto de las organizaciones de productores de cada país; recurrir a las ayudas de Estado, dentro de ciertos límites y para los productores individuales; o ayudas financieras, sólo disponibles para casos de "crisis grave".

Algo habrá que hacer porque aunque la responsabilidad principal es alemana tampoco el sistema de alerta rápido europeo (RASFF) ha actuado con diligencia. En esta crisis, existen datos "preocupantes" sobre la actuación de las autoridades alemanas. Y es que, según explicó la ministra, el brote se detectó el 2 de mayo, pero hasta el 25 de mayo "no hablaron" y entonces lo hicieron "sin pruebas", contra los pepinos españoles: "así no se puede proceder".
"El RASFF no ha funcionado adecuadamente bien, durante 23 días, no se conoció la situación en Alemania y Europa tiene que responder a España".

La "E. coli Enterohemorrágica" es una bacteria presente en los intestinos de animales y personas que puede aparecer en productos crudos como vegetales, carne picada y leche sin pasteurizar, tiene muchas cepas, la mayoría no dañan la salud, pero algunas son más violentas y pueden causar enfermedades graves. Para eliminar la bacteria de los alimentos crudos que han estado en contacto con ella es suficiente con lavar el producto -no es necesario usar lejía- o cocinarlo.

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