lunes, 4 de julio de 2011

La reducción presupuestaria que plantea la UE limitará el potencial productivo de nuestra agricultura y no permitirá cumplir los objetivos de la nueva PAC

COAG y UPA lamentan que la Política Agraria Común pueda ser recortada para el periodo 2014-2020, según la propuesta de presupuesto hecha pública ayer por la Comisión Europea, y denuncian que sin recursos suficientes se limitarán las posibilidades de desarrollo de las explotaciones agrarias y se imposibilitará el cumplimiento de los objetivos de la nueva PAC.

En un primer análisis, se observa que la única partida que se reduce en la propuesta de presupuesto de la Comisión Europea es la de la PAC. Aunque la decisión real fue la congelación del presupuesto en los niveles del año 2011, en la práctica esto lleva aparejado un descenso de la partida destinada a agricultura y ganadería para el período 2014-2020. El primer pilar de la PAC, los pagos directos y medidas de mercado, dispondría de 281.825 millones de euros para todo el periodo, lo que en la práctica supone un recorte del 15% respecto al anterior periodo de programación (2007-2013). Los recortes en este capítulo supondrían en 2014 un 11% menos respecto a lo que debe recibir el sector agrario europeo en 2011, reducción que se elevaría al 20% en 2020. Con estas cifras, el peso de la PAC en el marco financiero global de la UE disminuirá del 33% actual al 25% en 2020.

Para la "Alianza por la Unidad del Campo", estas propuestas traen gran decepción e incertidumbre para el sector agrario, por lo que reclama de los Jefes de Estado y de Gobierno un presupuesto más ambicioso para una PAC en consonancia con los grandes desafíos económicos, medioambientales y alimentarios a los que deberemos enfrentarnos en las próximas décadas y que pueden comprometer la seguridad y soberanía alimentaria de Europa.

En relación al denominado greening o "verdeo" del primer pilar de la PAC, al que según la CE habría que aportar un 30% de los pagos directos, UPA y COAG consideran que esta "ecologización" de la PAC no es nueva, ya que en este momento hay un importante número de medidas con un gran impacto positivo en el medio ambiente y en el bienestar animal, y que suponen enormes costes para los agricultores y ganaderos europeos. La Alianza cree que la incorporación de este concepto en ningún caso debe suponer un aumento del coste que limite la capacidad productiva de nuestras explotaciones y nos debilite aún más, frente al aumento imparable de las importaciones de alimentos de países terceros, cuyas normas de producción difieren claramente del modelo de producción europeo.

En cualquier caso, en un escenario de restricción presupuestaria cobra más sentido priorizar sobre el modelo social agrario que COAG y UPA reivindicamos; de ahí que consideremos imprescindible limitar las ayudas a los agricultores y ganaderos activos, aquellos que realizan la actividad agraria de forma directa y profesional y obtienen de ella la mayor parte de su renta. En línea similar se ha pronunciado recientemente el Tribunal de Cuentas Europeo, donde se presentan casos concretos de empresas ajenas al sector agrario que durante los últimos años han recibido millones de euros que deberían estar en manos de los agricultores y ganaderos que en realidad realizan una actividad agraria productiva.

Otro elemento fundamental para optimizar el presupuesto será la aplicación de los techos de ayudas por explotación, adaptados en función de la estructura de las explotaciones y del empleo efectivamente generado en las mismas, evitando que las grandes explotaciones acaparen los pagos directos sólo por la mera acumulación de tierra.

UPA y COAG consideran que esta propuesta contradice el planteamiento realizado por la Comisión en su comunicación oficial de noviembre de 2010, en la que hacía hincapié en la necesidad de preservar el potencial productivo de la agricultura europea, al tiempo que reconocía el carácter estratégico del sector agrario en la UE para preservar la seguridad alimentaria a los 500 millones de ciudadanos europeos.

No obstante, a partir de este momento se abre un largo período de más de 18 meses, que culminará en el año 2013, y que pasará por el acuerdo definitivo de Consejo Europeo, Parlamento Europeo y Comisión Europea. La Alianza estima necesario que en el transcurso de este proceso todos los implicados analicen la magnitud de los objetivos que debe cumplir la nueva PAC y en este sentido reconsideren la reducción propuesta para el presupuesto agrícola.

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