El MAGRAMA baraja la inspección anual del 20% de los almacenes de productos fitosanitarios registrados

Intensificar los programas de vigilancia sobre la comercialización y uso de los productos fitosanitarios es uno de los objetivos recogidos en el Plan de Acción Nacional del uso sostenible de fitosanitarios (PAN), que el Ministerio de Agricultura está elaborando. Para ello, el MAGRAMA baraja una serie de medidas que se incluirían en el PAN. Una de ellas sería implementar sistemas de comunicación electrónica de ventas de productos, que permita transmitir la información a una base de datos centralizada.

Asimismo, plantea establecer programas de vigilancia de productos fitosanitarios comercializados, que incluirían controles específicos en los establecimientos de venta. Esto controles velarían por las condiciones de almacenamiento, la trazabilidad de las ventas, la comprobación del etiquetado, de las existencias de formulados autorizados y de la comercialización de productos fitosanitarios registrados. Además, se prevé la realización de al menos, 3.000 controles sobre los establecimientos de venta de fitosanitarios y la inspección anual del 20% de los almacenes registrados en el ROPO, con el fin de inspeccionar la totalidad en 5 años.

Otra de las medidas incluidas para intensificar la vigilancia sería la lucha contra la comercialización y uso de productos ilegales. Las actuaciones dentro de esta medida irían encaminadas a controles específicos en los almacenes de venta, empresas de tratamiento y en las explotaciones agrarias, relacionadas con verificación de existencias, trazabilidad de las ventas, toma de muestras y análisis, establecimiento de sistemas para las denuncia sobre la venta o uso de productos ilegales y seguimiento de ventas por Internet.

El plan también propone el establecimiento de un Programa Naciona del Vigilancia en el uso de productos fitosanitarios, con el fin de comprobar que los productos fitosanitarios se aplican correctamente por empresas y agricultores, concordando con las especificaciones indicadas en las etiquetas y que corresponden con las autorizaciones legales. Para ello, además de una verificación visual y/o documental se realizarían toma de muestras y análisis.

El programa fijaría como objetivo, 5.000 controles a agricultores, 500 controles sobre empresas de tratamientos fitosanitarios y la toma de 1.500 muestras de vegetales, suelos y aguas.

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