La iniciativa acerca los productos ecológicos al público y reivindica precios justos para el agricultor que los cultiva
30.08.10 - 01:39 - ESTHER FUERTES | VALLADOLID
Verduras, hortalizas, vino, queso, miel, huevos o embutidos de producción ecológica, entre otros artículos, llenaron ayer el mercado de la Marquesina, ubicado en la plaza de España. Este pintoresco escenario se completó con el olor a albahaca que impregnaba el ambiente, gracias a que los consumidores que habían adquirido una de estas plantas, la paseaba a lo largo de los treinta puestos mientras curioseaba atentamente los productos ofrecidos por los comerciantes.La segunda edición del Mercado de Alimentos Ecológicos de Valladolid atrajo ayer, a este punto de la ciudad, a numerosos agricultores de todas las provincias de Castilla y León que sedujeron a los vallisoletanos con sus alimentos de producción ecológica. A la media hora de la apertura del mercado, ya había una buena concurrencia de gente que iba de puesto en puesto mirando, comprando y preguntando a los vendedores por los bienes ofrecidos.Los más interesados en la materia podían solicitar información en un vehículo, habilitado por la organización, para solucionar las dudas de los consumidores. A medida que avanzaba la mañana, la afluencia de viandantes aumentaba. Incluso entre los compradores se vieron caras conocidas como la del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, que no dudó en acercarse al ecológico mercado. De la Riva contempló la posibilidad de «establecer un puesto de producción ecológica en el mercado de la Marquesina» para, de esta forma, tratar de «acercar este tipo de agricultura al consumidor, que lo ve distante. Hay que facilitar que llegue al público y que tenga menos intermediarios». «La gente está acostumbrada a tomates y manzanas brillantes, aunque luego el sabor es distinto», puntualizó.Cereales y leguminosas La mayoría de los puestos ofrecían productos de carácter hortícola «que es lo que se puede vender, pero lo que domina a nivel regional son los cereales y las leguminosas», explicó el presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León (CAECyL), Juan Senovilla, quién destacó a su vez el objetivo de este mercado, «acercarse al público» y reivindicar un precio justo para los agricultores ya que, debido a los intermediarios, el precio del producto puede sufrir un incremento que en algunos casos puede superar el «700 por ciento» del origen a su venta al público. Referente a este tema, el representante del sector ecológico de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Ramiro García, destacó como en algunos comercios el precio de algunos productos ecológicos «cuadruplica» los costes de los obtenidos a partir de la agricultura convencional. «Los intermediarios deberían de ser más razonables y no incrementar tanto los precios de los productos ecológicos que encima que hay poca producción lo ponen mucho más caro», comentó.Una de las curiosidades de esta agricultura es que, dentro de la situación en la que se encuentra el sector agrario, «este tipo de producción atrae a mujeres y jóvenes, que optan por calidad y trabajo artesanal», explicó Senovilla.UCCL es el impulsor de esta iniciativa que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid, el Consejo de Agricultura Ecológica regional, la Diputación y La Caixa.«La gente lo ha recibido genial. En un principio hice agricultura convencional y luego me pasé a la ecológica, que se la recomiendo a los agricultores que aún trabajan con productos químicos, sobre todo por su salud. Aunque aumente la mano de obra en número de horas se reducen los gastos en productos químicos». «Me parece muy buena iniciativa. Las verduras tienen muy buen sabor, pero deberían de poner este mercado más a menudo, una vez al mes por lo menos. En cuanto al precio no me parece ni barato ni caro, lo que me parece un problema y se debería de hacer es que los intermediarios recorten los incrementos en el precio».
Verduras, hortalizas, vino, queso, miel, huevos o embutidos de producción ecológica, entre otros artículos, llenaron ayer el mercado de la Marquesina, ubicado en la plaza de España. Este pintoresco escenario se completó con el olor a albahaca que impregnaba el ambiente, gracias a que los consumidores que habían adquirido una de estas plantas, la paseaba a lo largo de los treinta puestos mientras curioseaba atentamente los productos ofrecidos por los comerciantes.La segunda edición del Mercado de Alimentos Ecológicos de Valladolid atrajo ayer, a este punto de la ciudad, a numerosos agricultores de todas las provincias de Castilla y León que sedujeron a los vallisoletanos con sus alimentos de producción ecológica. A la media hora de la apertura del mercado, ya había una buena concurrencia de gente que iba de puesto en puesto mirando, comprando y preguntando a los vendedores por los bienes ofrecidos.Los más interesados en la materia podían solicitar información en un vehículo, habilitado por la organización, para solucionar las dudas de los consumidores. A medida que avanzaba la mañana, la afluencia de viandantes aumentaba. Incluso entre los compradores se vieron caras conocidas como la del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, que no dudó en acercarse al ecológico mercado. De la Riva contempló la posibilidad de «establecer un puesto de producción ecológica en el mercado de la Marquesina» para, de esta forma, tratar de «acercar este tipo de agricultura al consumidor, que lo ve distante. Hay que facilitar que llegue al público y que tenga menos intermediarios». «La gente está acostumbrada a tomates y manzanas brillantes, aunque luego el sabor es distinto», puntualizó.Cereales y leguminosas La mayoría de los puestos ofrecían productos de carácter hortícola «que es lo que se puede vender, pero lo que domina a nivel regional son los cereales y las leguminosas», explicó el presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León (CAECyL), Juan Senovilla, quién destacó a su vez el objetivo de este mercado, «acercarse al público» y reivindicar un precio justo para los agricultores ya que, debido a los intermediarios, el precio del producto puede sufrir un incremento que en algunos casos puede superar el «700 por ciento» del origen a su venta al público. Referente a este tema, el representante del sector ecológico de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Ramiro García, destacó como en algunos comercios el precio de algunos productos ecológicos «cuadruplica» los costes de los obtenidos a partir de la agricultura convencional. «Los intermediarios deberían de ser más razonables y no incrementar tanto los precios de los productos ecológicos que encima que hay poca producción lo ponen mucho más caro», comentó.Una de las curiosidades de esta agricultura es que, dentro de la situación en la que se encuentra el sector agrario, «este tipo de producción atrae a mujeres y jóvenes, que optan por calidad y trabajo artesanal», explicó Senovilla.UCCL es el impulsor de esta iniciativa que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid, el Consejo de Agricultura Ecológica regional, la Diputación y La Caixa.«La gente lo ha recibido genial. En un principio hice agricultura convencional y luego me pasé a la ecológica, que se la recomiendo a los agricultores que aún trabajan con productos químicos, sobre todo por su salud. Aunque aumente la mano de obra en número de horas se reducen los gastos en productos químicos». «Me parece muy buena iniciativa. Las verduras tienen muy buen sabor, pero deberían de poner este mercado más a menudo, una vez al mes por lo menos. En cuanto al precio no me parece ni barato ni caro, lo que me parece un problema y se debería de hacer es que los intermediarios recorten los incrementos en el precio».
Verduras, hortalizas, vino, queso, miel, huevos o embutidos de producción ecológica, entre otros artículos, llenaron ayer el mercado de la Marquesina, ubicado en la plaza de España. Este pintoresco escenario se completó con el olor a albahaca que impregnaba el ambiente, gracias a que los consumidores que habían adquirido una de estas plantas, la paseaba a lo largo de los treinta puestos mientras curioseaba atentamente los productos ofrecidos por los comerciantes.
La segunda edición del Mercado de Alimentos Ecológicos de Valladolid atrajo ayer, a este punto de la ciudad, a numerosos agricultores de todas las provincias de Castilla y León que sedujeron a los vallisoletanos con sus alimentos de producción ecológica. A la media hora de la apertura del mercado, ya había una buena concurrencia de gente que iba de puesto en puesto mirando, comprando y preguntando a los vendedores por los bienes ofrecidos.
Los más interesados en la materia podían solicitar información en un vehículo, habilitado por la organización, para solucionar las dudas de los consumidores. A medida que avanzaba la mañana, la afluencia de viandantes aumentaba. Incluso entre los compradores se vieron caras conocidas como la del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, que no dudó en acercarse al ecológico mercado. De la Riva contempló la posibilidad de «establecer un puesto de producción ecológica en el mercado de la Marquesina» para, de esta forma, tratar de «acercar este tipo de agricultura al consumidor, que lo ve distante. Hay que facilitar que llegue al público y que tenga menos intermediarios». «La gente está acostumbrada a tomates y manzanas brillantes, aunque luego el sabor es distinto», puntualizó.
Cereales y leguminosas
La mayoría de los puestos ofrecían productos de carácter hortícola «que es lo que se puede vender, pero lo que domina a nivel regional son los cereales y las leguminosas», explicó el presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León (CAECyL), Juan Senovilla, quién destacó a su vez el objetivo de este mercado, «acercarse al público» y reivindicar un precio justo para los agricultores ya que, debido a los intermediarios, el precio del producto puede sufrir un incremento que en algunos casos puede superar el «700 por ciento» del origen a su venta al público. Referente a este tema, el representante del sector ecológico de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Ramiro García, destacó como en algunos comercios el precio de algunos productos ecológicos «cuadruplica» los costes de los obtenidos a partir de la agricultura convencional. «Los intermediarios deberían de ser más razonables y no incrementar tanto los precios de los productos ecológicos que encima que hay poca producción lo ponen mucho más caro», comentó.
Una de las curiosidades de esta agricultura es que, dentro de la situación en la que se encuentra el sector agrario, «este tipo de producción atrae a mujeres y jóvenes, que optan por calidad y trabajo artesanal», explicó Senovilla.
UCCL es el impulsor de esta iniciativa que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid, el Consejo de Agricultura Ecológica regional, la Diputación y La Caixa.
«La gente lo ha recibido genial. En un principio hice agricultura convencional y luego me pasé a la ecológica, que se la recomiendo a los agricultores que aún trabajan con productos químicos, sobre todo por su salud. Aunque aumente la mano de obra en número de horas se reducen los gastos en productos químicos».
«Me parece muy buena iniciativa. Las verduras tienen muy buen sabor, pero deberían de poner este mercado más a menudo, una vez al mes por lo menos. En cuanto al precio no me parece ni barato ni caro, lo que me parece un problema y se debería de hacer es que los intermediarios recorten los incrementos en el precio».