diariopalentino.es - miércoles, 09 de enero de 2013
Las sesiones constitutivas se caracterizan, por norma, por un desarrollo de guante blanco, con declaraciones de intenciones que suenan a gloria, con parabienes hacia quienes asumen la responsabilidad de presidir una entidad y buenos deseos de los que han de estar frente a quienes las urnas han decidido que sean los que dirijan el cotarro.
La Alianza y UCCL hicieron ayer un ejercicio de responsabilidad y tendieron la mano a Asaja para colaborar en la dura travesía que inició la Cámara Agraria Provincial de Palencia.
«Estoy seguro de que encontraremos puntos en los que estaremos de acuerdo», señaló Miguel Ángel Liras en su turno de intervenciones.
El que fuera responsable de la Gestora que desde julio dirigió la Cámara Agraria insistió en algo que, por sabido, no es menos necesario recordar:hay que buscar vías de financiación y adelgazar la estructura de la Cámara, dimensionándola a la coyuntura actual.
Sobre lo primero, desde la Alianza se lanzó la semana pasada la posibilidad de establecer cuotas a las Juntas Agropecuarias.
Sobre lo segundo, dejó en manos del nuevo pleno la decisión. «Cuando Asaja decida, veremos si lo apoyamos o no».
Desde UCCL, Francisco Salvador dejó entrever que una de las claves de la Cámara será «dejar de hacer cosas que se han estado haciendo».
En su opinión «con este presupuesto no podemos mantener 8 trabajadores y no sé cuántas oficinas abiertas».
Anunció que UCCL realizará una oposición «constructiva» y volvió a mirar a Valladolid para encontrar las causas de algunos de los males de la Cámara Agraria. «El problema más gordo lo tiene la consejera de Agricultura», en alusión a su decisión de reducir las aportaciones directas a las Cámaras.
Precisamente a la Junta se dirigirá el nuevo equipo de Gobierno para explorar vías de colaboración que se traduzcan en ayudas. Unas ayudas que se mantendrán en la Diputación, tal y como anunció ayer el presidente de la Institución, pero que podrían variar conceptualmente.
Es decir, la Cámara busca liquidez, en forma de subvenciones para gasto corriente, en este caso abonar las nóminas adeudadas a sus trabajadores.
La Alianza y UCCL hicieron ayer un ejercicio de responsabilidad y tendieron la mano a Asaja para colaborar en la dura travesía que inició la Cámara Agraria Provincial de Palencia.
«Estoy seguro de que encontraremos puntos en los que estaremos de acuerdo», señaló Miguel Ángel Liras en su turno de intervenciones.
El que fuera responsable de la Gestora que desde julio dirigió la Cámara Agraria insistió en algo que, por sabido, no es menos necesario recordar:hay que buscar vías de financiación y adelgazar la estructura de la Cámara, dimensionándola a la coyuntura actual.
Sobre lo primero, desde la Alianza se lanzó la semana pasada la posibilidad de establecer cuotas a las Juntas Agropecuarias.
Sobre lo segundo, dejó en manos del nuevo pleno la decisión. «Cuando Asaja decida, veremos si lo apoyamos o no».
Desde UCCL, Francisco Salvador dejó entrever que una de las claves de la Cámara será «dejar de hacer cosas que se han estado haciendo».
En su opinión «con este presupuesto no podemos mantener 8 trabajadores y no sé cuántas oficinas abiertas».
Anunció que UCCL realizará una oposición «constructiva» y volvió a mirar a Valladolid para encontrar las causas de algunos de los males de la Cámara Agraria. «El problema más gordo lo tiene la consejera de Agricultura», en alusión a su decisión de reducir las aportaciones directas a las Cámaras.
Precisamente a la Junta se dirigirá el nuevo equipo de Gobierno para explorar vías de colaboración que se traduzcan en ayudas. Unas ayudas que se mantendrán en la Diputación, tal y como anunció ayer el presidente de la Institución, pero que podrían variar conceptualmente.
Es decir, la Cámara busca liquidez, en forma de subvenciones para gasto corriente, en este caso abonar las nóminas adeudadas a sus trabajadores.
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