miércoles, 17 de noviembre de 2010

La Dieta Mediterránea lo consigue

17-11-2010
Después de varios intentos y diferentes versiones, ayer consiguió que la UNESCO la declarara Patrimonio Cultural Inmaterial. Una "expresión cultural" que multiplica las oportunidades de promoción. Junto a ella el flamenco, los castells o la cetrería.
Madrid - Rose Mary AcedoDesde hace cuatro años la Dieta Mediterránea busca su inscripción como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Desde entonces, el ministerio de Medio Rural y la Fundación Dieta Mediterránea han defendido las excelencias de esta alimentación, basándose en que comporta beneficios importantes para la salud humana y en consecuencia contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas.

En el camino, el MARM ha presentado versiones diferentes del proyecto con las informaciones adicionales solicitadas por la UNESCO. Asimismo ha buscado el apoyo de patronos y otros países como Grecia, Italia y Marruecos, que han colaborado en el proyecto.
Tras este larga defensa, ayer, la UNESCO, la incluyó en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, con motivo de su reunión en Nairobi.

Se trata de una dieta que, según defendió la ministra de Medio Rural, Rosa Aguilar, es la "expresión de un estilo de vida y una cultura" que se transmite en el Mediterráneo a través de distintas generaciones. En su opinión, este logro multiplica las oportunidades para la promoción, el conocimiento y la demanda de los ciudadanos y consumidores del mundo entero de las principales producciones españolas como las frutas y hortalizas, el pescado, el vino, los cereales y el aceite de oliva.

Asimismo, representa una oportunidad de incremento de las ventas y el valor añadido de los alimentos y la cocina española, gracias a la sinergia con otros sectores como el turismo, la cultura, la salud y la gastronomía.

La UNESCO ha considerado que la Dieta Mediterránea es un patrimonio cultural inmaterial que se transmite de generación en generación, como una expresión, uso o conocimiento que se reinventa constantemente por las comunidades y los grupos, en función de su entorno, que interactúa con la naturaleza y la historia, y que infunde un sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.

La UNESCO valora positivamente el significado y lo que representa la Dieta Mediterránea en estos cuatro países, desde sus diferentes aspectos culturales, sociales, históricos, gastronómicos y alimentarios, así como desde el punto de vista medioambiental, paisajístico y costumbrista. Además ha tenido en cuenta las acciones emprendidas en su defensa desde las organizaciones nacidas de la sociedad civil y desde las diferentes administraciones: central, autonómica y local.

Ahora, la inscripción de la Dieta Mediterránea en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial permitirá su protección, conservación y transmisión, salvaguardar y proteger este legado histórico y cultural, además de favorecer el mantenimiento de un patrón alimentario saludable e impulsar los beneficios sociales de desarrollo rural sostenible, como el mantenimiento de la población en el territorio y la conservación de los paisajes característicos.

Junto a esta candidatura también se han incluido al listado, el flamenco, los "castells", las torres humanas que se levantan en las plazas de Cataluña, el canto medieval de la Sibila, originario de la isla de Mallorca y la cetrería, un tipo de caza en el que se utilizan las aves rapaces.

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