El objetivo de la venta del próximo viernes en Valladolid es denunciar el abuso comercial de los grandes distribuidores
Agricultores recogiendo la cosecha de patatas.
ICAL | valladolid ICAL | valladolid 22/07/2009
La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), tras la reunión de su asamblea en Tordesillas (Valladolid) durante la mañana de ayer, acordó vender 25.000 kilos de patatas en la capital vallisoletana a un «precio justo» para el agricultor y el consumidor. Así lo hará el viernes, 24 de julio, en diez puestos de venta distribuidos por la ciudad, donde despacharán 5 kilos de patata al precio de 2 euros, un «precio justo» que en opinión del sindicato agrario «deja el suficiente margen de beneficio tanto a los agricultores como a toda la cadena de producción y distribución sin atacar al bolsillo de los consumidores».
Esta acción reivindicativa pretende poner en evidencia el «abusivo margen comercial con el que está jugando la gran distribución que está castigando tanto a los propios agricultores, hundiéndoles el valor en origen de sus producciones, como a los consumidores a los que sangra con precios abusivos», apuntan desde UCCL.
La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), tras la reunión de su asamblea en Tordesillas (Valladolid) durante la mañana de ayer, acordó vender 25.000 kilos de patatas en la capital vallisoletana a un «precio justo» para el agricultor y el consumidor. Así lo hará el viernes, 24 de julio, en diez puestos de venta distribuidos por la ciudad, donde despacharán 5 kilos de patata al precio de 2 euros, un «precio justo» que en opinión del sindicato agrario «deja el suficiente margen de beneficio tanto a los agricultores como a toda la cadena de producción y distribución sin atacar al bolsillo de los consumidores».
Esta acción reivindicativa pretende poner en evidencia el «abusivo margen comercial con el que está jugando la gran distribución que está castigando tanto a los propios agricultores, hundiéndoles el valor en origen de sus producciones, como a los consumidores a los que sangra con precios abusivos», apuntan desde UCCL.
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