Con el futuro de la PAC en el aire, organizaciones profesionales agrarias (Opas), Junta y cooperativas no quieren dejar que el comisario Europeo de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos, se marche de la Comunidad sin escuchar las peticiones que Castilla y León para una de las políticas europeas con mayor repercusión. No en vano, el año pasado se repartieron 1.146 millones de euros en la región, la segunda mayor perceptora tras Andalucía. Garantizar el futuro de la PAC más allá del horizonte del nuevo presupuesto comunitario 2014-2020 es la demanda común que dejan clara en el documento conjunto suscrito por Asaja, Coag, Uccl y UPA con la unión de cooperativas Urcacyl y el Gobierno regional y que hoy entregará el presidente del Ejecutivo autonómico, Juan Vicente Herrera, a Dacian Ciolos en su encuentro en Burgos.
Herrera pedirá una PAC «fuerte, sin recortes y suficientes». Es el espíritu del documento rubricado por sector y Gobierno. En este sentido, en el texto, al que ha tenido acceso ABC, plantean que «no sólo» hay que potenciar este sector, sino que «es necesario blindarlo en Europa» y advierten de que, en el contexto actual, la economía europea «debe encontrar en el sector agrario y en su industria —en Castilla y León supone el 10% del Valor Añadido Bruto regional— unos perfectos aliados para la recuperación económica y el empleo».
Entre sus demandas, abogan por un sistema de ayudas que tenga en cuenta «elementos diferenciadores» para los agricultores y ganaderos «profesionales que trabajen directamente y vivan fundamentalmente de esta actividad». La demanda a favor de los conocidos como agricultores a «a título principal» es clara, pues apuestan por que a la hora de calcular las ayudas y su destino se aplique una «diferenciación positiva».
En sus peticiones para que la PAC logre que la agraria «sea una actividad rentable por sí misma», hacen también hincapié en la importancia y necesidad de lograr unos precios que permitan a agricultores y ganaderos mantener «una renta suficiente» y que «aseguren salvar gastos» frente a la «volatilidad» de los precios de las materias primas. En este sentido, exigen que los hasta ahora«olvidados» instrumentos de mercado se apliquen para que el sector primario tenga poder de negociación y se acabe con la «incertidumbre e inestabilidad». Así, muestran su posición «favorable» al «reforzamiento» de los sistemas de intervención pública, «incluso» con participación de operadores privados .
Entre sus reivindicaciones, también hay un apartado específico para el azúcar. Reclaman que la PAC «garantice» la producción europea de este producto con unos ingresos que permitan la «rentabilidad» para los remolacheros. Es más, apuntan la posibilidad de no sólo mantener, sino incluso «incrementar» el cultivo de remolacha, «manteniendo también las fábricas existentes».
Por otra parte, advierten de que el «componente verde» a las ayudas que contempla la propuesta de la UE «no debe llevar consigo mayores requisitos a las explotaciones que les resten competitividad y capacidad productora».
Consideran, además, que «no es justo que se transmita a la sociedad que el sector agrario debe ceder recursos al medio rural» para el desarrollo rural. Éste «debería tener unos recursos horizontales de todas las políticas europeas y nacionales y centrar la financiación agraria en el propio sector», subraya el texto rubricado por la Consejería de Agricultura y Ganadería, Opas y Urcacyl.
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