Reportaje | L. urdiales
Agricultores leoneses acuden hoy a Mérida para protestar ante la cumbre europea de ministros agrarios en un viaje de 12 horas que se inició a las 4.30 de la madrugada
01/06/2010
El hormigueo del campo leonés, propio del calendario, se cruza con la fecha señalada por dos organizaciones agrarias para elevar otro grito contra la crisis y el abandono del sector. Hay que elegir entre sacar los colores a la ministra Espinosa, anfitriona de la cumbre europea de ministros de Agricultura de la Unión Europea o atender a la faena. El parecer entre el sector primario es que las dos citas son igual de obligadas.
La elección también resulta costosa. Secundar la protesta convocada y gestionada en León por Asaja y UCCL exige un sacrificio añadido al quehacer diario. Para estar hoy en Mérida ante la cumbre europea es preciso retar a la aurora; los agricultores y ganaderos que puedan conjugar las dos urgencias, la del trabajo y la de la reivindicación, habrán iniciado viaje a las 4,30 de la madrugada. Afrontarán un viaje de doce horas para llegar y regresas de la capital extremeña, centro por un día de la expresión de ruina que sume al campo. Asaja anuncia la presencia de ciento diez activos de esta organización en las calles emeritenses. La cuenta que debe el gobierno es amplia. Asaja de León constata un claro deterioro de la situación del campo desde las masivas movilizaciones del otoño del pasado año y culpa de ello a la inoperancia e insensibilidad de la ministra Elena Espinosa, que no ha atendido las reivindicaciones que el sector le hizo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en diciembre. Los subsectores cuantitativamente más importantes en la provincia de León, como son los cereales - incluido entre ellos el maíz- y como es la leche de vacuno y de ovino caprino, siguen con los precios hundidos -"unos precios de hace veinte años- vendiendo a pérdidas. El sector productor no puede defender unos precios que permitan cubrir costes. No se ha hecho nada en la línea de rebajar los costes de producción, ni medidas fiscales que reclama el campo como subir el IVA compensatorio en la venta de los productos. «La sensación de fiasco ante la presidencia de la UE para definir la nueva PAC es incuestionable». Todo esto se lo van a contar a la ministra, hoy, tras salir de casa a las 4.30 de la madrugada.
La elección también resulta costosa. Secundar la protesta convocada y gestionada en León por Asaja y UCCL exige un sacrificio añadido al quehacer diario. Para estar hoy en Mérida ante la cumbre europea es preciso retar a la aurora; los agricultores y ganaderos que puedan conjugar las dos urgencias, la del trabajo y la de la reivindicación, habrán iniciado viaje a las 4,30 de la madrugada. Afrontarán un viaje de doce horas para llegar y regresas de la capital extremeña, centro por un día de la expresión de ruina que sume al campo. Asaja anuncia la presencia de ciento diez activos de esta organización en las calles emeritenses. La cuenta que debe el gobierno es amplia. Asaja de León constata un claro deterioro de la situación del campo desde las masivas movilizaciones del otoño del pasado año y culpa de ello a la inoperancia e insensibilidad de la ministra Elena Espinosa, que no ha atendido las reivindicaciones que el sector le hizo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en diciembre. Los subsectores cuantitativamente más importantes en la provincia de León, como son los cereales - incluido entre ellos el maíz- y como es la leche de vacuno y de ovino caprino, siguen con los precios hundidos -"unos precios de hace veinte años- vendiendo a pérdidas. El sector productor no puede defender unos precios que permitan cubrir costes. No se ha hecho nada en la línea de rebajar los costes de producción, ni medidas fiscales que reclama el campo como subir el IVA compensatorio en la venta de los productos. «La sensación de fiasco ante la presidencia de la UE para definir la nueva PAC es incuestionable». Todo esto se lo van a contar a la ministra, hoy, tras salir de casa a las 4.30 de la madrugada.
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