martes, 24 de abril de 2012

Las últimas lluvias suavizan la sequía en secano pero no alivian embalses ni pastos


  • Piden a los agricultores que siembren según la disponibilidad de agua
  • Alertan de que 100.000 hectáreas corren peligro
Las lluvias de las últimas semanas, desde que empezó el mes de abril, han suavizado ligeramente la sequía en determinadas zonas de secano de Castilla y León aunque no han aliviado lo suficiente la situación general de los embalses y mucho menos los pastos ganaderos, cuestiones en las que coinciden las organizaciones profesionales agrarias de la Comunidad en declaraciones a Ical. De hecho, desde UCCL alertan de que unas 100.000 hectáreas de regadío corren peligro de no concluir la campaña.
De este modo, el presidente de Asaja, Donaciano Dujo, reconoció que el campo ha cambiado de imagen en los últimos 15 días y que el que más lo ha agradecido es el cereal de secano, que tenía una necesidad de agua importante "y le ha venido a pedir de boca, en el momento crítico". Con carácter general, sus perspectivas, de momento, "se han arreglado", si bien algunas parcelas de cebada ya contarán con una pérdida importante porque ha llegado la lluvia tarde. "Pero en general, el secano aguanta y se puede desarrollar con normalidad, siempre y cuando mayo sea fructífero en agua", dijo.
En el mismo sentido se expresó el coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, quien aunque admitió ese alivio para el secano, destacó que "no es suficiente porque la tierra está muy seca y en algunos lugares han llovido solo entre 15 y 20 litros". Si que han salvado la campaña aquellos territorios en los que han caído más de 40 litros, ya que todo apunta a que continuarán las lluvias.
Julio López, secretario regional de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y uno de los portavoces de la Alianza por la Unidad del Campo, cree que el agua "ha venido muy bien, pero para algunos cultivos, muy tarde". "Algunas cebadas se estaban secando y ahora se han puesto verdes, pero han empezado a espigar y están muy cortas, tanto de grano como de paja, con lo que la reducción será tremenda", afirmó.
En cuanto al trigo, señaló que "el agua los ha arreglado", pero debido a que están muy adelantados y como no se han desarrollado, "si aprieta mucho el calor en mayo puede haber complicaciones para la espiga". En todo caso, destacó la desigualdad entre zonas y auguró que mayo "será fundamental", porque con un régimen de lluvias como el de abril, "la cosa irá a mejor, pero si viene caluroso será problemático".

Embalses y regadíos

En cuanto a la situación de los embalses y los cultivos de regadío, dependerá mucho de las zonas. En estos momentos, tras las lluvias caídas, preocupan las hectáreas que se surten de los pantanos de Barrios de Luna y Villameca, en León, y Aguilar, en Palencia, donde la capacidad de agua es pequeña, así como los regadíos de Las Cogotas, en Ávila y, por lo tanto, las previsiones de siembra son escasas en remolacha, patata y maíz, productos de carácter intensivo. En este sentido, Donaciano Dujo hizo un llamamiento al sector para que en estas zonas se distribuya el agua mejor y "se saquen los cultivos oportunos en las explotaciones que sean más rentables".
Opina lo mismo González Palacín, quien cree que algunas zonas podrán acabar la campaña bien, otros simplemente la terminarán y otros no llegarán. "No se pueden sembrar cultivos de verano en algunos lugares porque no hay garantía de agua", expresó, para recordar que eso pondría en peligro los costes de remolacha, patata y maíz y "arriesgar a dejar el ciclo sin terminar".
En este sentido, calculó que de las 400.000 hectáreas de regadío de Castilla y León, la mitad, que cuenta con sondeo, "acabarán la temporada", mientras que de las otras 200.000, que se riegan con canales, unas 100.000 sí acabarán, pero otras tantas "lo tendrán complicado", con lo que corren peligro de no concluir la campaña tras haber efectuado importantes de siembra.
Por su parte, López aseveró que las comunidades de regantes deberánrepartir la disponibilidad de agua por hectáreas y que se gaste en los cultivos de regadío según lo considere el agricultor. Pero hay diferencias, apuntó, porque en algunos casos estas lluvias de abril retrasan los primeros riegos de cultivos como la remolacha.

Pastos ruinosos

El máximo responsable de UPA se refirió también a los pastos, cuyo problema arrastrado durante todo el otoño e invierno "no se soluciona en absoluto". A pesar de que las lluvias han reverdecido los pastos, "éstosse secarán si no llueve más, a excepción de la montaña, donde no hay problema". A estas alturas, añadió, en muchos lugares "no se ha puesto ni verde y si cae una cerilla se quema".
Además, en ganadería intensiva no hay forrajes, porque no se ha podido dar el primero corte de alfalfa, lo que genera un añadido también para la producción de leche. Por si fuera poco, esta semana ha subida el precio de la soja por el anuncio del Gobierno de que podrían prescindir de las importaciones de Argentina por la polémica suscitada con la expropiación de YPF.
Sobre este asunto, Dujo lamentó que los pastos son "inexistentes" desde el otoño, a pesar de la lluvia, con lo que el ganadero debe adquirir pienso y forraje que tienen un alto coste. "Son los perjudicados de la grave sequía y a quienes las administraciones deben ayudar de forma urgente", reivindicó el presidente de Asaja, quien denunció que además de no tener rentabilidad, porque lo que venden "no tiene precio digno", hay que sumar costes de producción que en años normales les da el pasto.
Por ello, la organización pide a la Junta, el Gobierno central y la Unión Europea el adelanto de las ayudas de la PAC, y que condonen o alarguen los préstamos para dar liquidez. También demandan facilitar "al máximo" en cuestiones relacionados con la Seguridad Social.
Para concluir, Jesús Manuel González Palacín destaca que las pérdidas son importantes en cuanto a pastos y en muchas zonas, aunque siga lloviendo "difícilmente se recuperarán", si bien recordó que se salva la alta montaña.

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