El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Alberto Castro, ha mantenido esta mañana una reunión con la nueva Junta Directiva de ASAJA, en la que han abordado la situación "complicada" en la que se encuentra la provincia, especialmente en el área de agricultura y ganadería, debido a la sequía, algo que sigue preocupando ante la falta de lluvias.
Además se han analizado los daños provocados por la fauna, especialmente en el área de agricultura debido fundamentalmente a los daños causados por jabalíes, lobos, ciervos y corzos. En relación con el jabalí, Castro ha puesto de relieve que se están aprobando el 100% de las autorizaciones para las batidas en los cotos y dentro de la época hábil en la que nos encontramos ya se han abatido más de 4.200 jabalíes.
A este respecto, Castro ha añadido que se va a enviar una comunicación a los cotos para que intensifiquen la acción con el jabalí y recordándoles que ellos son los responsables de los daños, algo con lo que el presidente de ASAJA, Antonio Medina, se ha mostrado satisfecho, mientras que se realizará una acción directa con los puntos más preocupantes y en los que más daños se están causando para minimizar las consecuencias.
En este sentido, Medina ha añadido que los jabalíes están atacando los cultivos desmesuradamente en "tierras sin hacer para comerse el grano", por lo que cree necesario un aumento en las acciones a llevar a cabo.
El lobo
En relación con el lobo, Alberto Castro ha incidido en que en la zona sur del Duero sigue siendo especie protegida y se actúa conforme a la ley, y las acciones se llevan a cabo una vez sufridos los daños, recordando que en el último caso ocurrido en Abelón se abatió el ejemplar de lobo que había causado los daños en el mismo día.
Por su parte, en la zona norte del Duero la Junta de Castilla y León continúa cumpliendo con los cupos cinegéticos, y durante la última campaña 2016-2017 el número de lobos abatidos fue de 33, siendo esta provincia la que más cumple con los cupos de la región.
En cuanto a los ciervos, se abatieron cerca de 900 ejemplares, y el número de corzos ascendió a 923.
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