lunes, 18 de octubre de 2010

La apicultura, un servicio público en la cuerda floja

Es un oficio milenario que además de proporcionar productos como la miel, es imprescindible para salvaguardar la biodiversidad y la salud del planeta. El sector, ahogado por los costes advierte: los productos se pueden importar, "la polinización no".
Madrid. 18/10/2010
Silvia González Cerredelo
Después de siglos poblando la Tierra, ahora la supervivencia de las abejas está en peligro. No sólo son los pilares de la biodiversidad sino que además son una fuente de ingresos para las personas que viven de la apicultura.

Sólo en España existen alrededor de 2,4 millones de colmenas "lo que nos convierte en el primer país productor de la Unión Europea", explica en declaraciones a AGROCOPE, José Luis González, responsable nacional del sector apícola.

Sin embargo, lamenta González, el sector se encuentra en una situación "límite".
Los motivos, comenta tras las XVI Jornadas Estatales, que la OPA ha celebrado este fin de semana en Enguera (Valencia), los elevados costes de producción, la merma en la producción y la grave crisis de precios provocada por las importaciones de miel "especialmente de China que vende su producto a precios de dumping, 1,10 euros el kilo".

A todo esto, añade, hay que sumar el impacto de los nuevos plaguicidas "que no distinguen entre las abejas y los demás insectos y provoca el llamado despoblamiento" ya que, estos animales "no saben volver a las colmenas".

Ante este panorama González advierte de que los productos apícolas "se pueden importar" pero, asegura con rotundidad, "la polinización no", y sin ella no se produce la regeneración de nuestras plantas.

Además, añade la labor de servicio público que realiza este sector y de empleo verde y por eso aboga que, de cara a la reforma de la Política Agraria Común, se articulen ayudas directas "iguales a las que tienen otros sectores agrarios". En este sentido, pide al Ministerio de Medio Rural que pelee por lograr esto objetivo "y no nos quedemos descolgados".

Por su parte, la organización agraria COAG pondrá en marcha a los largo de los próximos meses una campaña de sensibilidad por todo el territorio nacional con el objetivo de dar a conocer la contribución de las abejas al medio ambiente y la calidad de los productos que se extraen de la apicultura.

MANIFIESTO APÍCOLA
Precisamente y c
on motivo de las jornadas, los alrededor de 150 apicultores reunidos en Valencia lanzaron un manifiesto para que la sociedad vea la contribución del sector, tanto económica como medioambiental y solicitar así que "la abeja y la apicultura sean declaradas patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO".

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