jueves, 12 de junio de 2014

Científicos andaluces defienden el reconocimiento del Patrimonio Agrario como un nuevo tipo de bien protegido

12/6/2014

Un grupo de científicos andaluces ha elaborado un documento, denominado "Carta de Baeza sobre Patrimonio Agrario", que defiende la creación de un nuevo tipo de bien, el Patrimonio Agrario, con la intención de que sea asumido tanto por la doctrina como por la normativa nacional e internacional. 

El documento, editado por la Universidad Internacional de Andalucía y en el que han participado más de una decena de investigadores de la Universidad de Granada, y de otras universidades españolas, además del CSIC, será presentado oficialmente mañana jueves, 12 de junio, a las 19 horas en el Palacio de la Madraza de Granada. 

Los investigadores establecen en esta publicación los principios básicos que deben regir la definición, caracterización, valoración, protección y dinamización de los bienes culturales y naturales de carácter agrícola, ganadero y silvícola, con el objetivo de conseguir "el adecuado reconocimiento y preservación de unos bienes que, si bien disponen de valores muy relevantes para la humanidad (desarrollo sostenible, soberanía alimentaria, diversidad genética y cultural, etc.), apenas sí tienen consideración social o institucional". 


El investigador principal es el profesor de la UGR José Castillo Ruiz, del Proyecto PAGO (El Patrimonio Agrario. La construcción cultural del territorio a través de la actividad agraria. HUM2010-15809). La "Carta de Baeza sobre Patrimonio Agrario" es un documento internacional en el que se instituyen una serie de principios fundamentales que, a partir de su debate con la comunidad científica y con aquellas instituciones y ciudadanos comprometidos con el valor de lo agrario, puedan transferirse a los organismos internacionales con competencia en la materia (FAO y UNESCO, fundamentalmente) en forma de doctrina asumida, respetada y aplicada por todos los agentes implicados en este tema.

Definición de Patrimonio Agrario
A partir de la definición de Patrimonio Agrario como "el conjunto de bienes naturales y culturales, materiales e inmateriales, generados o aprovechados por la actividad agraria a lo largo de la historia", en este documento se establecen los valores que deben disponer aquellos bienes agrarios de carácter histórico y/o tradicional que merecen reconocimiento y protección. También se recogen sus elementos constitutivos (donde destaca su dimensión territorial, la interrelación de bienes culturales y naturales o la consideración de la actividad agraria como elemento constitutivo principal); las razones que justifican el reconocimiento del Patrimonio Agrario como un nuevo tipo de bien cultural (especialmente la necesidad de propiciar el reconocimiento de unos bienes de gran relevancia para la humanidad y hasta ahora escasamente valorados), así como los presupuestos que deben regir su protección, gestión y dinamización (entre los que sobresale el entendimiento de los bienes agrarios desde una perspectiva territorial, la necesidad de mantener la dimensión productiva de la actividad agraria o la vinculación de la protección a la existencia de instrumentos de gestión que permitan afrontar, además de la tutela de los bienes declarados, todas las políticas necesarias para el mantenimiento y desarrollo de la actividad agraria -y todas aquellas otras que sean compatibles- en el espacio protegido).

En definitiva, a través de este documento se formaliza el surgimiento de un nuevo tipo de bien cultural (como sucedió en su momento con el Patrimonio Etnológico o el Industrial), el Patrimonio Agrario, "el cual esperamos que empiece a asimilarse tanto en el ámbito científico como institucional, sobre todo, para evitar la desconsideración y, por tanto, alteración y destrucción de la enorme riqueza patrimonial generada por la Agricultura, la Ganadería y la Silvicultura a lo largo de la historia y su grandiosa aportación a la civilización humana", apunta Castillo Ruiz.

Además, con esta propuesta, y como ejemplo de aplicación real de la misma (en un ejercicio de transferencia del conocimiento desde la universidad), los firmantes quieren "aportar fundamentos y argumentos para justificar la protección de la Vega de Granada a través de su declaración como BIC, Zona Patrimonial; propuesta lanzada y defendida por la Plataforma Salvemos la Vega y que desde el Proyecto Pago asumimos plenamente". 


Además de Castillo Ruiz, el proyecto PAGO está compuesto por los siguientes investigadores:

David Gallar Hernández (Antropología y Sociología. ISEC, Universidad de Córdoba)
Eugenio Cejudo García (Geografía, Universidad de Granada)
Mª Carmen Cuéllar Padilla (Sociología, ISEC, Universidad de Córdoba)
Celia Martínez Yáñez (Historia del Arte, Universidad de Granada)
Beatriz Pérez Galán (Antropología, UNED)
Alberto Matarán Ruiz (Ciencias Ambientales, Universidad de Granada)
Antonio Ortega Ruiz (Historia Medieval y Gestión Cultural, UNIA).
María Eugenia Ramos Font (Biología, CSIC. Estación Experimental del Zaidín, Granada)
Carmen Trillo San José (Historia Medieval, Universidad de Granada)
Gloria Pérez Córdoba (Historiadora del Arte, Universidad de Granada)
José Miguel Reyes Mesa (Economía, Universidad de Granada).
Miguel Ángel Sánchez del Árbol (Geografía, Universidad de Granada)
Celia Martínez Hidalgo (Arquitectura, Universidad de Granada)
Ricardo Anguita Cantero (Historia del Arte, Universidad de Granada)
José Antonio Cañete Pérez (Geografía, Universidad de Granada)

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