Desde esta Organización no se comprende "cómo la multinacional no ha aprendido de los errores del año pasado cuando su incapacidad a la hora de organizar los cupos"
La Azucarera de La Bañeza ha abierto este martes sus puertas y, viendo cómo se ha iniciado la campaña, desde la Unión de Campesinos de León (UCCL) se "lamenta y denuncia que los nuevos directivos de British Sugar mantienen todos los vicios y el mismo oscurantismo que sus antecesores de Azucarera Ebro".
En primer lugar, desde esta Organización, se critica "el sistema de cupos de entrega impuesto por la empresa a espaldas de los cultivadores que ya el año pasado provocó que más de 200.000 toneladas de remolacha de agricultores del Páramo se perdieran por no entregar a tiempo, lo que ocasiono tremendas pérdidas económicas para estos profesionales".
Además, UCCL denuncia "que en el pasado mes de julio se ha rubricado un acuerdo para regular el sistema de análisis que la inmensa mayoría de los cultivadores desconocen que ha llevado a que sólo con seis meses de diferencia un camión pasase en mayo hasta tres y cuatro veces por el rupro para el análisis de su remolacha, teniendo que esperar más de tres horas en la cola de la recepción, mientras en la actualidad puede que pase sin que su carga sea analizada".
"Esta sinrazón llega hasta el punto que la raíz que se entrega a partir de las 20:00 queda sin analizarse hasta el día siguiente ya que el laboratorio tiene un horario en La Bañeza que finaliza a esa hora, pero no las entregas en la fábrica que mantiene abiertas sus puertas hasta las 23:00 horas, con todas las dudas que esta situación puede generar. La UCCL esta totalmente en contra de que entren camiones sin analizar y se descarguen sin saber los resultados", se advierte en una nota pública.
En definitiva, desde la Unión de Campesinos de León (UCCL) se lamenta "que los aparentes aires frescos y renovadores que parecían llegar al sector con la aparición de British Sugar y la desaparición de determinadas personas y personalidades se han quedado en una mera ilusión pues la empresa sigue con la misma actitud oscura, repitiendo unos vicios que llegan incluso a que, a día de hoy, los cultivadores todavía no sepan a cuanto van a cobrar su remolacha, si van a percibir los 40 euros que a bombo y platillo anunciaba Silvia Clemente el 10 de marzo de 2008, o si podrán entregar toda su raíz en la azucarera o tendrán que dejarla en las tierras por la incapacidad de la azucarera de recibirla toda".
En primer lugar, desde esta Organización, se critica "el sistema de cupos de entrega impuesto por la empresa a espaldas de los cultivadores que ya el año pasado provocó que más de 200.000 toneladas de remolacha de agricultores del Páramo se perdieran por no entregar a tiempo, lo que ocasiono tremendas pérdidas económicas para estos profesionales".
Además, UCCL denuncia "que en el pasado mes de julio se ha rubricado un acuerdo para regular el sistema de análisis que la inmensa mayoría de los cultivadores desconocen que ha llevado a que sólo con seis meses de diferencia un camión pasase en mayo hasta tres y cuatro veces por el rupro para el análisis de su remolacha, teniendo que esperar más de tres horas en la cola de la recepción, mientras en la actualidad puede que pase sin que su carga sea analizada".
"Esta sinrazón llega hasta el punto que la raíz que se entrega a partir de las 20:00 queda sin analizarse hasta el día siguiente ya que el laboratorio tiene un horario en La Bañeza que finaliza a esa hora, pero no las entregas en la fábrica que mantiene abiertas sus puertas hasta las 23:00 horas, con todas las dudas que esta situación puede generar. La UCCL esta totalmente en contra de que entren camiones sin analizar y se descarguen sin saber los resultados", se advierte en una nota pública.
En definitiva, desde la Unión de Campesinos de León (UCCL) se lamenta "que los aparentes aires frescos y renovadores que parecían llegar al sector con la aparición de British Sugar y la desaparición de determinadas personas y personalidades se han quedado en una mera ilusión pues la empresa sigue con la misma actitud oscura, repitiendo unos vicios que llegan incluso a que, a día de hoy, los cultivadores todavía no sepan a cuanto van a cobrar su remolacha, si van a percibir los 40 euros que a bombo y platillo anunciaba Silvia Clemente el 10 de marzo de 2008, o si podrán entregar toda su raíz en la azucarera o tendrán que dejarla en las tierras por la incapacidad de la azucarera de recibirla toda".
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