El repunte de los precios viene a compensar una cosecha ‘normal’

Agricultura / Campaña cerealista

Superado el ecuador de la siega en la provincia, los datos confirman que no se alcanzará la previsión inicial de 1,5 millones de toneladas de cereal, aunque el grano «es bueno y da peso específico»

FOTO: Los agricultores manifiestan que hay campos que están muy irregulares, dependiendo de la época en la que se sembraron. (Luis)

F. Trespaderne / Burgos

La generalización de la siega de cereal en la provincia, ya está cosechada más del sesenta por ciento de la superficie, viene a coincidir con un repunte de los precios del trigo y cebada, lo que está generando en el sector cierto optimismo tras años en los que los precios han ido cayendo en picado hasta situarse al nivel de hace veinte años. La cebada en estos días se viene a pagar a 0,12 céntimos el kilo, cuando hace poco estaba a 0,10, y el kilo de trigo a 0,15, cuando hace unos días estaba a 0,13..

«Vamos a ver cuanto dura esta evolución al alza de los precios y si se estabiliza porque estamos viendo que al igual que hace cuatro años los cereales están siendo objeto de especulación en la bolsa de Chicago, fundamentalmente, y es imprevisible saber si se van a estabilizar, subir o bajar porque la especulación es el eje de variación de precios», manifiesta José Manuel de las Heras, presidente de la Cámara Agraria Provincial y coordinador provincial de la UCCL.
Este repunte de los precios llega en plena campaña una cosecha que, una vez superado el sesenta por ciento de la cosecha, se puede calificar «normal» y que, previsiblemente, rondará el millón trescientas mil toneladas de cereal en la provincia (800.000 de trigo y 500.000 de cebada), unas cien mil menos de las que figuraban en las previsiones de la Junta, ya que hay campos que están «muy irregulares », afirma De las Heras.
Las zonas más retrasadas en cuanto a recolección son las de Burgos-Arlanzón y Merindades, mientras que las de Pisuerga, Bureba, Arlanza, Páramos y Demanda están bastante avanzadas y los resultados en cuanto a producción de trigo «son buenos, pero las en las cebadas son muy irregulares dependiendo de la época en la que se sembraron, ya que hubo un parón en la época de siembra por las lluvias y los herbicidas no hicieron mucho efecto por el mismo motivo», indica De las Heras, quien no obstante afirma que el grano de cebada «es muy bueno, tiene buen peso específico, pero las cantidades son de una cosecha normal más bien un poco baja. La calidad del trigo también es buena, «con pesos específico altos y en este sentido no nos podemos quejar».
Por lo que respecta al rendimiento por hectárea, una vez superado el ecuador de la cosecha, De las Heras apunta que en los campos de secano las medias superarán en la mayor parte de las zonas las cifras de la comarcalización. En la Ribera no se puede hablar de medias superiores a los 2.800-2.900 kilos de cebada por hectáreas, mientras que las de trigo son superiores a los 3.000. En la comarca del Pisuerga también se está registrando mucha irregularidad en las cebadas, por los hielos de diciembre y las pertinaces lluvias, con medias muy similares a las de la Ribera, «aunque el trigo también se están medias bastante superiores», asegura De las Heras.
En el resto de comarcas, las pautas son bastante similares a estas dos zonas, «aunque en Bureba son bastante más altas, con una media en cebada que puede superar los 3.700 kilos y en trigo los 4.000 kilos por hectárea», señala el presidente de la Cámara Agraria Provincial, quien recuerda que en La Bureba otros años han tenido «mucha más cosecha».
Al ritmo actual, la previsión es que la cosecha en la provincia pueda concluir en el plazo de diez días, exceptuando Las Merindades y Arlanzón-Burgos. Curiosamente, desde hace unos años la cosecha en ésta última llega después que en La Bureba, cuando tradicionalmente era al revés, «aunque este año todo ha empezado más tarde por las lluvias de última hora», lluvias que por otra parte han venido muy bien para el girasol, cultivo que está evolucionando muy bien.
De las Heras insiste en que se trata de una cosecha «normal», lo que se compensará con ese repunte de los precios, «lo que es de agradecer porque el gran lastre que teníamos cuando se inició la campaña eran los bajos precios. El gran problema que tiene ahora mismo el campo ya no es la producción sino los precios».