Valladolid, 18 ago (EFE).- La Mesa de la Patata ha arrancado hoy el compromiso de importantes cadenas de supermercados de adquirir patata de Castilla y León, para "salvar" la presente campaña mientras se acuerda un plan que evite las pérdidas al agricultor.
A la reunión de la Mesa celebrada esta mañana en Valladolid han asistido, por primera vez, representantes de la distribución, a través de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas).
La viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, ha destacado, en rueda de prensa, este compromiso "para salvar la cosecha" de este año, "mediante acuerdos con la distribución" para adquirir patata de Castilla y León, en vez de importarla de fuera de España.
Asedas es una de las cuatro asociaciones nacionales de cadenas de distribución, con más de 20.200 puntos de venta en España, y entre sus asociados figuran Mercadona, El Árbol, Ifa, Gadisa, Froiz, Mas, Consum o Alimerka.
María Jesús Pascual ha apuntado que la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que aglutina a cadenas como Carrefour, Alcampo, Eroski o El Corte Inglés, no ha acudido por razones de agenda pero prevé asistir en próximas reuniones.
Además de esta solución coyuntural para esta campaña, la Mesa ha alcanzado el compromiso de trabajar para la puesta en marcha de un plan estructural que regule el sector.
El plan permitirá regular el sector "en todos sus eslabones", según Pascual, y debe incluir "un contrato tipo" también para la patata de venta o "en fresco", similar al existente en Castilla y León para la patata de siembra o destinada para simiente.
Ese nuevo contrato permitiría a los agricultores "tener la producción vendida" a la industria transformadora y a un precio justo, ya que en la actualidad los productores "están vendiendo a pérdidas".
Los agricultores están cobrando entre seis y ocho céntimos de euro por kilo de patata, cuando el coste de producción alcanza los once céntimos.
Además, un acuerdo entre todos los eslabones de la cadena de producción haría posible adaptar las siembras a la demanda del mercado.
Este año se han sembrado unas 21.000 hectáreas de patata para consumo en Castilla y León, un 8 por ciento más que la campaña pasada, lo que representa un tercio del total nacional.
Ese acuerdo supondría que no salga al mercado en apenas tres meses toda la patata a medida que se recoge del campo, lo que hunde el precio, sino que se almacena para salir a la venta de forma escalonada a lo largo del año.
La viceconsejera ha asegurado que la Junta de Castilla y León está dispuesta a financiar parte del coste de la red de almacenamiento necesaria, mientras que los agricultores aportarían el resto a través de las cooperativas, porque "no tiene sentido individualmente" que cada uno de ellos almacene su producción.
El plan también incluiría un fondo de compensación, con ayudas al productor en caso de precios bajos y con aportaciones por su parte, y de la Junta, en años de buen precio.
Unos 5.200 agricultores en Castilla y León producen el 60 por ciento de la patata tardía y de media estación que se cultiva en España, mientras que en el caso de la patata de siembra el porcentaje alcanza el 70 por ciento.
Pascual ha destacado la "gran importancia" del sector, ya que si bien solo representa el 1 por ciento de los cultivos, supone el 11 por ciento del valor de la producción agrícola regional.
A la reunión han asistido además representantes de organizaciones y cooperativas agrarias, almacenistas, envasadores e industrias transformadoras. EFE lar
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