domingo, 22 de octubre de 2017

El campo mira al cielo en busca de lluvia mientras pide compromiso institucional

Agricultores y ganaderos esperan que llueva, primero, y luego llegue la nieve para paliar los efectos de la sequía y afrontar una nueva campaña en positivo

La falta de agua está encareciendo los costes de producción en ganadería extensiva, pues los animales han tenido que abandonar los pastos

Las ayudas de la Junta no son suficientes, pues dejan fuera a muchos agricultores que realmente necesitan los préstamos para tener liquidez

Que llegue el otoño, con lluvia en abundancia. Que llegue el invierno, y haya nieve. Es lo que piden agricultores y ganaderos tras meses de una sequía, que ha dado al traste con las cosechas de secano y de regadío, y está complicando sobremanera el día a día en las explotaciones ganaderas.En el campo burgalés se mira al cielo, pero también a las administraciones, que a juicio de los profesionales del sector no están a la altura de las circunstancias, pues ahora es cuando necesitan ayudas para superar esta crisis hídrica y prepararse para la próxima campaña.

El presidente de UCCL-Burgos, Félix Arribas, ha insistido en que los agricultores necesitan una temporada 2018 buena para compensar un mal año. "Lo primero, que llueva, porque si no llueve…", ni se llenarán los pantanos, si habrá agua en las tierras, ni se podrán esperar buenas cosechas el próximo año. Estamos en época de sementera, y los agricultores no saben qué hacer. Algunos están sembrando en seco, a sabiendas de que, cuando llueva, la tierra se les llenará de malas hierbas, y tocará gastar en herbicidas, ha reconocido Arribas.

Otros están esperando la lluvia, pero no llega. "Si no llueve, arrancamos muy mal la campaña", y lo que mal empieza suele acabar mal, ha insistido Arribas. De la misma opinión es Gabriel Delgado, de UPA. Como ganadero afirma que el principal problema ahora es la falta de agua. La ganadería de extensivo ha tenido que recoger los animales y, en lugar de consumir pastos, está alimentándolos en casa. Eso supone un incremento de los costes de producción, a lo que se suma el coste de llevar agua a muchas explotaciones para cubrir todas las necesidades que tiene el ganado.

Ayudas pendientes e insuficientes

Delgado calcula que un 20 por ciento de las explotaciones ganaderas de Burgos tienen problema de agua, y si no llueve, y sobre todo nieva, "el 2018 va a ser un año muy duro". De ahí las ayudas habilitadas por la Junta de Castilla y León para garantizar el suministro de agua. Sin embargo, la convocatoria no se ha resuelto todavía. "El dinero se ha comprometido, así que se debe distribuir cuanto antes", ha apuntado Delgado, pues las explotaciones ya están sufragando los gastos y acometiendo las obras para modernizar las infraestructuras de agua.

El responsable de UPA-Burgos insiste en que el sector está "desanimado", pues ve escaso interés en las administraciones, y la implementación de medidas que, al final, a los últimos a los que beneficia es a los agricultores y ganaderos. Es el caso de la línea de préstamos habilitada para hacer frente a la sequía, unas ayudas en las que el dinero "se lo llevará la SAECA (Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria)", y que solo servirá para que los seguros hagan negocio a costa de los agricultores.

Es la denuncia de Félix Arribas, quien insiste en que se están rechazando peticiones de préstamo a profesionales que ya cuentan con otro crédito a sus espaldas. "Si se pide un préstamo es porque se necesita", ha recordado. Así que, al final, para evitar toda la tramitación, y acabar con una negativa, los agricultores están optando por préstamos personales. Necesitan liquidez para afrontar la nueva campaña, así que UCCL espera, no solo que llueva, sino que la Junta "dé una alegría" y ayude a los profesionales del campo "que tienen necesidad".

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